¿Quién decide sobre gustos?

Probablemente sea uno de los planteos que nos hacemos cada día en nuestro trabajo. 

Nos cuestionamos si lo que hacemos va a gustar. Y no solo al cliente, sino también al publico en general, y a nosotros mismos. 

Los gustos son bastante personales y subjetivos, por lo que generalmente cada individuo decide sobre sus propios gustos. Estos pueden estar influenciados por una variedad de factores, como la cultura, la educación, las experiencias personales y las preferencias individuales. Aunque a veces las personas pueden estar influenciadas por las opiniones de otros, en última instancia, la decisión sobre lo que a alguien le gusta o no le gusta suele ser personal.

Manejar opiniones encontradas entre el diseñador y un cliente es una parte crucial del proceso creativo. Aquí hay algunas estrategias que se pueden utilizar para gestionar y resolver estos conflictos:

1. **Comunicación Abierta**: Es fundamental mantener una comunicación abierta y clara con el cliente. Escucha activamente sus opiniones y preocupaciones, y asegúrate de que entiendes sus expectativas y requerimientos.

2. **Entender las Razones**: Pregunta al cliente por qué prefiere ciertos elementos o diseños sobre otros. Entender sus razones puede ayudarte a encontrar un punto medio o una solución que satisfaga sus necesidades y también respete tus habilidades y visión como diseñador.

3. **Presentar Opciones**: Proporciona al cliente varias opciones o alternativas de diseño. Esto puede ayudar a mostrar la versatilidad y creatividad del diseño, y dar al cliente la oportunidad de elegir lo que más le gusta o se adapta a sus necesidades.

4. **Negociación**: A veces, es necesario llegar a un compromiso. Trabaja con el cliente para encontrar una solución que sea aceptable para ambas partes, manteniendo la integridad del diseño pero también cumpliendo con los requisitos y expectativas del cliente.

5. **Educación**: En algunos casos, el cliente puede no estar familiarizado con los principios de diseño o las mejores prácticas. Como diseñador, puedes educar al cliente sobre tus decisiones de diseño y explicar por qué ciertos enfoques son más efectivos o adecuados para su proyecto.

6. **Documentación**: Asegúrate de documentar todos los cambios, revisiones y acuerdos con el cliente. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y proporcionar una referencia clara durante todo el proceso de diseño.

7. **Ser Flexible pero Firme**: Muestra flexibilidad al adaptarte a las necesidades y preferencias del cliente, pero también sé firme en tus convicciones y habilidades como diseñador. Es importante encontrar un equilibrio entre ser receptivo a los comentarios del cliente y mantener la calidad y coherencia del diseño.

Recuerda que el objetivo final es crear un diseño que satisfaga las necesidades y expectativas del cliente, pero también refleje tu creatividad, habilidades y visión como diseñador. La colaboración y el compromiso mutuo son clave para resolver conflictos y alcanzar un resultado exitoso en el proceso de diseño.